El catión sodio (Na+) es un ion positivamente cargado que forma parte de los electrolitos esenciales en el cuerpo humano. Es uno de los principales cationes (iones con carga positiva) presentes en los fluidos corporales, especialmente en el plasma sanguíneo y el líquido extracelular. El sodio desempeña varias funciones críticas en el organismo, entre las que se incluyen:

1. Regulación del equilibrio de agua: El sodio es fundamental para el mantenimiento del equilibrio de agua en el cuerpo. Juega un papel clave en la regulación de la presión osmótica, que influye en la cantidad de agua que se retiene o se elimina en los riñones.
2. Funcionamiento neuromuscular: El sodio es esencial para la transmisión de señales eléctricas en el sistema nervioso y en la contracción muscular. El gradiente de sodio a través de las membranas celulares es crucial para la generación de potenciales de acción en las neuronas y la contracción de los músculos.
3. Regulación de la presión arterial: El sodio también desempeña un papel importante en la regulación de la presión arterial. El control del sodio en el cuerpo influye en la cantidad de líquido extracelular y, por lo tanto, en la presión arterial.
4. Absorción de nutrientes: El sodio facilita la absorción de otros nutrientes, como la glucosa y ciertos aminoácidos, en el intestino delgado.

La cantidad de sodio en el organismo se regula a través del sistema renal, donde los riñones controlan la excreción y la retención de sodio según las necesidades del cuerpo. El consumo excesivo de sodio en la dieta, a menudo en forma de sal (cloruro de sodio), puede contribuir a problemas de salud como la hipertensión arterial, por lo que es importante mantener un equilibrio adecuado de sodio en la alimentación.