La histamina es una molécula biológica clasificada químicamente como una amina. Se encuentra implicada en múltiples funciones del organismo, actuando como mediador en la respuesta inmune, regulador de la secreción gástrica y neurotransmisor en el sistema nervioso central. Su liberación y acción se relacionan con procesos de inflamación, alergias, anafilaxia y enfermedades autoinmunes.

En el sistema inmune, la histamina es considerada uno de los principales mediadores de las reacciones de hipersensibilidad inmediata. Participa tanto en la respuesta inmune humoral como en la celular, facilitando la quimiotaxis y activación de eosinófilos y otros leucocitos. En el cerebro y médula espinal, tanto neuronas como mastocitos almacenan histamina, junto a otros mediadores químicos como serotonina, calicreína y factor de necrosis tumoral alfa. Estos compuestos pueden incrementar la permeabilidad vascular y favorecer la migración de células inflamatorias hacia el tejido nervioso, desempeñando un rol relevante en patologías como encefalomielitis y esclerosis múltiple.

Adicionalmente, la histamina se libera en condiciones de trauma, isquemia, epilepsias e inflamaciones. En concentraciones elevadas, como ocurre en anafilaxia, provoca vasodilatación marcada, aumento de permeabilidad capilar, pérdida de volumen circulante y disminución del gasto cardíaco, con riesgo de compromiso hemodinámico severo.